Descubre en nuestro post la realidad acerca de las ventajas fiscales por hacer testamento, con datos que pueden ser de tu interés si estás pensando en realizar ya este trámite.

Aunque cueste creerlo, a los humanos no nos gusta nada pensar en la muerte. Lo concebimos como algo lejano, que está ahí como una realidad, pero que no asumimos como algo inminente que pueda sucedernos de hoy para mañana.
Sin embargo, los accidentes ocurren, al igual que los sucesos inesperados como catástrofes, además de que las guerras son un hecho desgraciadamente muy actual en nuestro mundo.
Uno de los trámites que nadie se plantea hacer pese a estas circunstancias es la redacción de un testamento. El hecho de enfrentarnos a la realidad de que el día de mañana dejaremos este mundo no es fácil, por lo que sentarnos a redactar nuestras últimas voluntades es un acto no exento de valentía.
Pero aparte de que redactar un testamento conlleva coraje, resulta que también tiene otras utilidades para ti y tus allegados en caso de que te estés planteando llevar a cabo este procedimiento.
Por eso hoy, en este post de Navarro y Navarro, vamos a contarte si merece la pena o no hacer un testamento y las posibles ventajas fiscales que puedes conseguir si redactas uno.
¿Hacer testamento merece la pena?
Lo cierto es que sí.
Hacer un testamento es un procedimiento que ahorrará muchísimos dolores de cabeza el día de mañana a tus descendientes.
¿Por qué? Porque en el caso de que no redactes un testamento y dejes este mundo, serán tus herederos los que estarán obligados a recopilar toda la información sobre tus bienes, deudas y derechos, con lo que se verán forzados a acudir a varias instituciones para conseguir esa información. Todo ello con el hándicap de que deben demostrar que son ellos los presuntos herederos de tu patrimonio. Y que los plazos son cortos y la burocracia, desgraciadamente, es muy lenta.

Cuando vimos cómo tramitar una herencia paso a paso, precisamente uno de los mayores problemas con los que se encuentran los herederos son los plazos. En ocasiones son demasiado cortos, llegando a las escasas 24 horas para presentar determinados papeles. Por ende, dejar un testamento bien redactado y claro con la ayuda de un notario te dará a ti la tranquilidad de haber dejado las cosas bien atadas y a tus herederos la seguridad de que has dejado todo lo que querías transmitir por escrito.
¿Qué ventajas fiscales tiene hacer un testamento?
Este es un punto controvertido. A nivel general, hacer testamento tiene muchas ventajas. Entre ellas:
- es un acto tuyo muy personal, lo que quiere decir que puedes repartir los bienes a quien quieras y cómo quieras (dentro de unos márgenes legales).
- es una forma de asegurarte de proteger tu patrimonio cuando tú ya no puedas hacerte cargo de él.
- evitarás conflictos futuros para tus descendientes, ya que tu última voluntad debe ser cumplida por ley y así nadie hará actos arbitrarios con tus bienes.
Aparte, más que ventajas fiscales, lo que podríamos decir es que hacer testamento supone cierto ahorro para tus futuros herederos. ¿Por qué? Por varios motivos:

- El notario que transmite la herencia supone un coste doble a los herederos si el fallecido no dejó escrito testamento. Redactar un testamento es un procedimiento barato, entre 30 y 60 euros si decides redactar un testamento abierto.
- reduce los trámites burocráticos. Ten en cuenta que, si no redactas testamento, los herederos se verán obligados a acudir al Registro General de Últimas Voluntades y someterse a lo que dictamine la ley para designar a los llamados “herederos forzosos” (en definitiva, tardarían más en designar algo que puedes redactar tú con una pluma). Esto es, por supuesto, un proceso largo que conlleva una pérdida de tiempo muy sustancial y evitable.
- Los herederos se ahorran el coste del acta de declaración de herederos, hecho que va ligado al punto anterior. Ya que en el testamento has designado ya quiénes van a heredar tus bienes, tus sucesores no se verán obligados a demostrar que tienen derecho a tu herencia.
- El Impuesto de Sucesiones se ve reducido considerablemente, algo que te interesa especialmente si has realizado donaciones en vida. Si, por ejemplo, haces una donación de un piso a uno de tus hijos y no lo dejas por escrito en el testamento, dicho hijo se verá obligado a declararlo en el Impuesto de Sucesiones ya que, al no existir constancia de esa donación, a ojos de la ley ese piso sigue siendo tuyo.
- Es una herramienta crucial en la búsqueda y localización de herederos. En Navarro y Navarro, como especialistas en buscar herederos de una persona, tener a mano una herramienta como el testamento nos facilita mucho la vida a nivel de investigación y ahorra muchos costes a los demandantes de este tipo de ayuda para localizar herederos.
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