Conoce el legado de la parte alicuota, en qué consiste y qué ventajas tiene asignar este elemento dentro de un testamento.

El legado de la parte alicuota es una herramienta muy útil a la hora de asignar una herencia que se compone de varios herederos. Gracias a él, se pueden distribuir los bienes del causante de una manera equitativa, amén de otras ventajas (planificación, especificidad, etc.).
En este post vamos a explorar las características y ventajas del legado de una parte alicuota y las limitaciones relacionadas con este tipo de legado.
¿Qué es el legado de la parte alicuota?
El legado de una parte alicuota se refiere a la donación de una parte específica de una propiedad o patrimonio a una persona, en lugar de donar la propiedad completa. Por ejemplo, si una persona tiene un terreno y desea dejar una parte alicuota de ese terreno a un hijo, puede especificar que el hijo recibirá el 50% del terreno en su testamento.
En algunos países, las partes alicuotas tienen un tratamiento especial en las leyes de sucesión y pueden tener restricciones o requisitos específicos en cuanto a cómo se pueden transferir. Es importante consultar con un abogado o un especialista en derecho de sucesión para entender cómo se manejan las partes alicuotas en su país y cómo pueden afectar a su testamento y su planificación de sucesión.

¿Qué características tiene el legado de la parte alicuota?
El legado de la parte alicuota tiene ciertas particularidades que hay que tener en cuenta si hay un planteamiento de uso en el testamento:
- Especificidad: este tipo de legado se aplica de forma parcial sobre un bien o patrimonio, en lugar de la propiedad completa.
- Porcentualidad: cuando se opta por asignar un legado de la parte alicuota, no se asigna determinando cantidades cerradas, sino a modo de porcentajes.
- Vinculación al testamento: esta figura jurídica se suele establecer en un testamento, pero también puede ser establecido en un contrato o acuerdo legal.
- Limitaciones legales: en España, por ejemplo los bienes legados en partes alicuotas deben ser objeto de inscripción en el Registro de la Propiedad para tener validez. Sino, se considera un legado nulo.
- Beneficiarios específicos: se da a una persona o conjunto de personas específicas siempre por designación en testamento.
¿Cuáles son las ventajas de asignar un legado de la parte alicuota?
Este tipo de procedimiento trae ciertos beneficios muy interesantes tanto para el testador como para los beneficiarios de la parte alicuota designada:
- En primer lugar, permite una distribución más equitativa de los bienes, ya que asignando porcentajes se evitan las ambigüedades que se pueden producir en otro tipo de situaciones.
- La planificación sucesoria es más precisa y anticipada. Así, los testadores pueden prever con antelación y especificar exactamente qué porción de sus bienes van a cada heredero, lo que puede ayudar a evitar disputas y conflictos entre ellos.
- Ayuda a la preservación de bienes familiares: aparte de aplicarse a propiedades, es muy ventajoso utilizar este tipo de asignación cuando se va a producir la transmisión de un negocio, ya que la adquisición de un porcentaje del mismo permite un mejor cálculo de los montos correspondientes relacionados con el mismo.
- Protege los derechos de los herederos, ya que no deja dudas sobre reglas o restricciones en torno a cómo se pueden utilizar o transferir esas partes alicuotas.
- Permite la planificación fiscal: es decir, ayuda a los testadores a planificar mejor sus impuestos sucesorios al permitirles distribuir sus bienes de manera que puedan minimizarse.

¿Qué limitaciones tiene dividir el legado en partes alicuotas?
A nivel español, la parte alicuota trae consigo responsabilidades fiscales y legales que vale la pena conocer antes de ser asignada a una persona:
- La gestión y administración de los bienes legados puede llegar a ser compleja: al asignar solo una parte, trae consigo una dificultad extra que no existiría si se designase el legado de un bien completo, ya que se deben considerar las partes alicuotas de varias personas y pueden haber reglas y restricciones específicas a seguir.
- Posibilidad de disputas o conflictos entre los herederos: si los herederos tienen diferentes opiniones sobre cómo se deben utilizar o transferir las partes alicuotas pueden surgir diferencias que acaben en juicio, por lo que es importante que la redacción del testamento sea muy concisa en este sentido.
- Responsabilidad fiscal: los beneficiarios de un legado de parte alicuota pueden tener responsabilidades fiscales en relación con la propiedad o patrimonio legado, especialmente si es un bien inmueble, que pueden variar entre países o regiones.
- Limitaciones legales: en algunos países, las partes alicuotas pueden estar sujetas a restricciones o requisitos legales específicos en cuanto a cómo se pueden transferir o heredar. Por ejemplo, en España sucede que los co-propietarios de un determinado bien inmueble puedan tener un derecho preferente sobre esa parte alicuota que cree conflicto con lo redactado previamente en testamento.
- Dificultad para vender o hipotecar el bien legado: si un bien es legado en partes alicuotas, puede ser difícil vender o hipotecar el bien, ya que se necesita el acuerdo de todos los propietarios dedichas partes.
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